El espacio terapéutico puede ayudarnos a mejorar la interacción social, conducirnos de modo más auténtico y lidiar con miedos y resistencias en un contexto que puede sentirse hostil o incómodo.
En el ámbito familiar puede ayudarnos a transitar dificultades derivadas de la convivencia, para afrontar la vida en común más allá de las dificultades que ésta pueda presentar.
En el ámbito laboral puede ayudarte a contactar con el trabajo de forma más creativa, trabajando en la gestión del estrés y desarrollando una actitud asertiva.
En fin, podemos trabajar en el contexto terapéutico en diversos temas, que sin llegar a constituir un trastorno psicológico, puedan beneficiarse de la consideración de otras perspectivas.